Este verano volvemos al Museo Elder, situado en el barrio capitalino de Santa Catalina, en la antigua consignataria de buques. Rodeado de parques en donde prácticamente hay actos y eventos todo el año: carnavales, womad, festival de arte y danza... Cerca de la playa de Las Canteras y enfrente del Puerto de la Luz es el referente de la ciencia en el corazón turístico de Las Palmas de Gran Canaria cuyo principal eslogan es: prohibido no tocar.
Lateral y trasera del Museo.
El Museo nos recibe con la hipnótica máquina de Betancourt.
Podemos ver el funcionamiento de las bolas haciendo los distintos recorridos y sonidos que producen las "trampas" musicales a su paso en la webcam Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología
Desde conocer un plató de TV a ver nacer un polluelo en vivo...
...subirse a un reactor o comprender el funcionamiento de la torre de control...
...de la evolución de las especies a la carrera espacial...
...pero sobre todo el placer de tocar la ciencia a través de los innumerables experimentos al alcance de todas las edades.
En esta visita tenemos dos actividades extras programadas: Iremos al cine a ver dos yacimientos de dinosaurios uno en EEUU y otro en Mongolia, y recrearan lo sucedido con un impresionante viaje al pasado para explicarnos las circunstancias de su muerte.
La segunda no es otra que la exposición itinerante de IGME (Instituto Geológico y Minero de España).
Insectos en ámbar: atrapados en el tiempo.
Nos recibe Gea, quien nos explica como quedaron estos insectos atrapados en la resina de los árboles, su evolución a ámbar y la importancia de los insectos guardados en su interior.
Vista general de la exposición.
La cartelería sencilla, bien estructurada y de fácil lectura.
Expositor con diversas muestras.
Otra muestra...
Muestras con fotos ampliadas de los insectos que contienen.
Un espacio fabuloso de entretenimiento y sabiduría, un trato exquisito de los empleados , pero excesivamente caro cuando se va en familia, no cuenta con descuentos a residentes o a familias numerosas; y no solo se paga por la entrada, sino también por acceder al planetario, al cine o al robot lo que impide que las visitas sean menores de lo deseado. Alguno de los experimentos necesitan un mejor mantenimiento pero no empañan la esencia del museo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario